La prohibición también alcanza al desarrollo de toda actividad de malabarismo o circense que se realice con elementos que puedan generar un perjuicio y/o peligro para los propios artistas y para terceros.
La concejal Carola Laner, autora del proyecto, expresó que "con esta legislación lo que se persigue es una doble protección: la del espacio público y la del ciudadano que muchas veces es amedrentado e intimidado, por quienes ejercen una actividad lucrativa, por fuera de los permisos legales correspondientes".
"No se puede permitir la apropiación ilegal y tarifada del espacio público. Es necesario dejar expresamente claro que nadie puede tarifar, ni exigir retribución por el estacionamiento o cuidado de un vehículo en la vía pública, sin autorización administrativa" afirmó Laner.
En la actualidad se ha vuelto normal que convivan ambos sistemas. El legal mediante el Sistema de Estacionamiento Medido y el ilegal, que tiene como protagonistas a los denominados “trapitos”, imponiendo al ciudadano "una doble obligación económica, que de no ser satisfecha conlleva una multa por parte de la Municipalidad, y una amenaza o una coacción por parte de los cuidacoches, en el segundo de los casos" dijo la concejal de Juntos por el Cambio.
También puntualizó que "es necesario trabajar para evitar conductas ilegales, como así también bregar para identificar y atender de forma individual casos donde existan situaciones de vulnerabilidad social, atendiendo cada caso y avanzando en soluciones, ante una problemática en la que se entrecruzan varias cuestiones".
Por último la concejal agradeció y destacó los aportes realizados por la Dirección de Seguridad Ciudadana y otras áreas, que permitieron enriquecer el proyecto.