Ante la propuesta, Zapata aseguró que el intendente “se mostró muy interesado y nos solicitó que le presentemos un proyecto para evaluar su viabilidad para la ciudad” y adelantó que “ahora estamos a la espera de que ellos -el municipio- hagan su valoración para ver si esto es factible”, que “ojalá que así lo sea, porque es un proyecto social muy lindo que atiende ciertas necesidades nutricionales a los niños, principalmente en edad escolar”.
Capacidad de producción
Consultada sobre la capacidad con la que cuenta la planta productora de la Facultad de Ciencias de la Alimentación, Zapata precisó que “en el proyecto les ofrecimos la posibilidad de producir 1000 kilos de yogurt por mes”, pero aseguró que “la planta puede producir de manera holgada hasta 2000 kilos por mes”.Además, precisó que “para tener una idea, la producción de 1000 kilos por mes implica aproximadamente 12.000 raciones y el programa alcanzaría a unos 1000 niños”.
Yogurt probiótico
Por otro lado, remarcó que “a diferencia de los yogures que se observan en el mercado”, el que se produce en la facultad “tiene probióticos” y “si bien en el mercado hay este tipo de yogures, por ahí los costos son un poco más elevados de lo que saldría si lo producimos en la planta piloto”.Entre otras cosas, Zapata aclaró que “cualquier yogurt naturalmente tiene bacterias que forman parte del proceso tecnológico de la fermentación natural del yogurt”, pero “cuando a esos yogures, además de esas bacterias se le agregan otros microorganismos vivos, que son probióticos, administrados en cantidades adecuadas, confieren ciertos beneficios para quienes lo consumen”.
En base a esto, indicó que “en el caso del Yogurito, que nosotros elaboramos en la planta piloto y cuyo origen fue en Tucumán, a través del instituto CERELA dependiente del CONICET, está demostrado según sus investigaciones que hay una disminución en los eventos infecciosos de los chicos que entran al programa de su consumo”.