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Miguel Gallo, Director de Gestión Preventiva y Promoción del municipio
CRÉDITO: Tarea Fina
Desde el sitio “Tarea Fina” se apuntó que la falta de planificación y conducción en ciertos ámbitos de trabajo municipal se hizo evidente cuando desde las autoridades respondieron con un “se cortó solo” ante la consulta de cómo era posible que Gallo anunciara la creación de una oficina para atender “problemas de masculinidad herida ante situaciones vergonzosas, como lo son la violencia familiar”.

Pero más allá de la coyuntura, la experiencia de la “oficina de la masculinidad” indica que aún queda un enorme camino por recorrer en materia de formación con perspectiva de género entre quienes definen las políticas de Estado.
“Pensar los varones como víctimas no es algo que podamos pensar como problemática” sostuvo Leandro Maggio, psicólogo especialista en masculinidades y violencia de género. “Los varones heridos en su orgullo no son una problemática en lo absoluto”, reafirma.

En ese mismo sentido, Laurana Malacalza, secretaria de Abordaje Integral de las Violencias por razones de Género del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, explicó en una entrevista con la periodista Sandra Miguez que, “un dispositivo para violencias que sufren los hombres va en contra de las estadísticas, que nos indican que no deberían estar ahí los esfuerzos del Estado porque ¿a qué personas protege una política pública? A quienes están en relación desigual, quienes han estado oprimidos, vulnerables, en desigualdades estructurales, allí debe dirigir el Estado sus esfuerzos”.

Malacalza confirmó también en esa misma nota que desde el Ministerio se comunicaron con el intendente Alfredo Francolini y los responsables de esta propuesta “planteándole nuestra preocupación sobre el modo de pensar ese dispositivo y explicándole que hay diferentes tipos de violencia, y que es importante diferenciar la violencia familiar de lo que es la violencia de género”.

“Quienes toman decisiones políticas se confunden en esos términos y toman estas decisiones mezclando y confundiendo” concluyó.
Nuevas masculinidades para repensar lo estructural
“Las áreas de Masculinidades que ya existen en todo el país lo que buscan es repensar las masculinidades para no ejercer violencia, ese es el fundamento principal de las oficinas o áreas de masculinidades”, precisa Maggio.

En la misma sintonía, la funcionaria nacional sostuvo que para explicar lo que pasó en Concordia hay que entender que “hoy en las agendas sociales y del Estado empiezan a aparecer distintas iniciativas que tienen a las masculinidades en el debate pero para pensar la relación entre los géneros – la prevención de la violencia es abordar la relación entre los géneros, hacía allí deberían estar las políticas públicas”.
Las cifras
Según datos de la Fiscalía de Género de Concordia en la ciudad se radican unas 120 denuncias por violencia de género al mes. Y solo contemplando las que efectivamente configuran algún tipo de denuncia penal. En esa misma fiscalía, desde su funcionamiento, no ha ingresado ninguna denuncia falsa.

Estas cifras coinciden con las del Superior Tribunal de Justicia de la provincia, que indica que en Concordia en lo que va del año hubo más de 400 denuncias por violencia de género.

Sin embargo, explica Maggio, “el 95% de los hombres que pasan por el área de Masculinidades han ejercido violencia, y apenas un 5% ha sido víctima”. “Decir que la violencia no tiene género es confundir, generar la duda y sostener el privilegio y los ejercicios de violencia y dominación” concluye.

“La denuncia cruzada funciona para descalificar la denuncia de la mujer”, coincidió Malacalaza.
Fuente: Tarea Fina