En rigor, expresó que todo ocurrió, durante el pasado martes, en la sede de la Compañía Argentina de Sepelios. "Estamos esperando para llevar a mi tío al cementerio", comentó. Sin embargo, se encontró que "hay un pelo... que dejó el auto en la puerta que dice no estacionar".
Ante la indignación, dado que el coche fúnebre no podía egresar de la casa velatoria, la mujer irónicamente agradeció "por ser tan empático" a la persona dueña del rodado, marca Renault, de color gris, que estaba en infracción.