Hasta el momento, los vecinos “nos hemos reunido con empleados de la empresa, de la parte de medioambiente”, pero sin contar con la presencia de funcionarios municipales ni provinciales, a quienes estarían elevando los planteos esta próxima semana, para que desde el Estado se tomen cartas en el asunto.
El fin de semana pasado “por el viento volaron copones de aserrín, por lo que se hizo una asamblea nuevamente para ver una supuesta solución” y “desde la empresa nos reconocieron que estuvieron volando” residuos y se habrían comprometido a subsanar el inconveniente que provocó el problema. Fernández graficó que “si dejas el auto afuera en el barrio, podes ver el polvillo que se pega en el parabrisas” y destacó que “uno de los vecinos que tiene una huerta no pudo comer las verduras por los copones de polvillo”, que encontró en las hojas.
Por último, dijo que “algo se tiene que hacer, porque todas las personas estamos respirando esto que se deposita en todos lados”.