
El pequeño camión, marca Ivecco y perteneciente a una firma de Chajarí, circulaba en sentido de Oeste a Este, ingresando a la ciudad de Concordia, cuando se presentó el desperfecto en los frenos.
Al darse cuenta del problema, el conductor (también oriundo de Chajarí) comenzó a tocar desesperadamente su bocina, con el objeto de advertir a los conductores que esperaban la luz verde en el semáforo.

Destrozos
El choque fue tan violento, que el automóvil terminó tumbando el surtidor que fue parcialmente arrancado de su base, tal como documentó un cronista de Diario Río Uruguay.

Las actuaciones quedaron a cargo de personal de la Dirección de Tránsito de la municipalidad de Concordia.