
La secuencia quedó registrada en un video en una situación que, según expresaron desde el gobierno de Entre Ríos, representa “una grave falta a la disciplina y los principios que rigen la actuación policial”, por lo que los tres funcionarios involucrados “fueron inmediatamente separados de sus funciones operativas y puestos en situación de disponibilidad”.
De acuerdo con lo que indicaron, la medida preventiva se adoptó con el objetivo “de garantizar la transparencia de la investigación y evitar cualquier interferencia”.
En este sentido, desde la Dirección General de Asuntos Judiciales dieron inmediata intervención a la autoridad judicial correspondiente, a fin de que lleve adelante la investigación pertinente.
Paralelamente, la Dirección General de Asuntos Internos inició la investigación para determinar la responsabilidad administrativa, independientemente de la intervención de la Justicia.
De esta manera, a través de un comunicado expresaron que “esta gestión ministerial y la Jefatura de Policía reiteran su absoluta inflexibilidad ante cualquier conducta que se desvíe de los valores éticos y el profesionalismo que deben caracterizar a la fuerza policial”, dado que “hechos como los denunciados socavan la confianza de la ciudadanía, deshonran el compromiso de la gran mayoría de los efectivos que cumplen su deber con vocación de servicio y dañan la imagen y prestigio de la institución”.