
Una de las vecinas señaló que el problema con los roedores que tienen su guarida data de hace mucho tiempo, pero en últimamente la población habría aumentado de tal forma que estas alimañas se animan a ingresar en las casas vecinas y hasta se enfrentan con las mascotas que hay en ellas.
Según anticiparon, en esta semana harían una presentación ante el municipio pidiendo que -a quien le corresponda- intervenga para exigir que se limpie esa propiedad, que antiguamente era identificada como “La Villa Teresita”, también conocida como la “Mansión Morrosini” y fue construida a principios del siglo XX.
Gran parte de su superficie fue demolida en 1998 y de la construcción original sólo se conserva menos de la mita. Es así que, de las 15 habitaciones y salones originales, sólo se dejaron 4.

En el año 2015 se había trabajado en un proyecto para la puesta en valor patrimonial de la “Villa Teresita”, como parte de un complejo con espacio público y oficinas públicas, pero la iniciativa no prosperó.