“Entreno en Paraná, como lo hago habitualmente cuando termina cada temporada. Soy constante, más allá de la pandemia, nunca paré, así que cuando me toque sumarme a algún equipo sólo me faltará lo futbolístico, como a todos. Estoy analizando algunas opciones para mi futuro, pero todo depende del regreso del fútbol”, arrancó contando “La Joya”, a modo de introducción, en diálogo con DEPORTES 12 (lunes a viernes de 20 a 21 por RADIO 12, FM 89.1, www.radiodoce.com).
Al momento de interrumpirse la actividad en marzo, Jara se desempeñaba en Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, club al que llegó como refuerzo en enero, para sacarlo del fondo de la tabla de la Zona Norte. “Estábamos en una posición complicada, pero no imposible. Si bien nos benefició la terminación de la temporada por el tema del descenso, creo que estábamos haciendo las cosas bien y teníamos varios equipos cerca. Pienso que podíamos habernos salvado igual”, opinó.
Respecto a una posible continuidad en el “Lobo”, indicó: “No descarto seguir, es uno de los clubes interesados. Estoy esperando saber cuándo vuelve el fútbol para tomar una decisión. También llamaron un par de equipos de la B Nacional. También Maipú de Mendoza, que estaba puntero en la otra zona del Federal A”.
Cerrando el tema Gimnasia, el concordiense describió lo que significó llegar a un club que tiene una rivalidad histórica con Patronato, donde es ídolo: “La rivalidad siempre va a existir. El hincha tiene que entender que uno va para colaborar y si bien cuando llegué no estaban muy conformes, cambié insultos por aplausos y eso me deja tranquilo”.
Jara se hizo conocido en el fútbol regional por ser el goleador de los equipos concordienses que participaban en los viejos Torneo del Interior, a principios de la primera década del 2000. Primero en Sportivo Las Heras y luego en Colegiales, “La Joya” se cansó de romper redes y con el “Pompeyano” obtuvo el ascenso al Argentino B en 2007, tras ganarle una histórica Promoción a Atlético Uruguay. “No me voy a olvidar nunca de aquel ascenso, porque fue con un equipo de mi ciudad”.
Esos altos rendimientos lo pusieron en vidriera y varios equipos de la región intentaron ficharlo, pero Jara prefirió acompañar a su madre, que atravesaba un difícil momento de salud, y quedarse en Concordia.
Tiempo después llegó la propuesta de Patronato, donde se convirtió en ídolo y fue clave para ascender a la B Nacional, y comenzó su carrera en el profesionalismo. “Tuve la suerte de jugar en grandes equipos. Patronato me cambió un montón, empecé a entender lo que era el fútbol profesional. Pude llegar a Primera, algo que soñaba desde chico cuando veía los partidos por televisión. Encima debuté con un gol en el clásico santafesino, a cancha llena”, recordó el concordiense que sobre su estadía en Unión agregó: “No estuve mucho tiempo en Primera, pero lo disfruté mucho”.
Al ser consultado si aquella temporada en la elite con el “Tatengue”, la 2011/2012, fue su pico de rendimiento, Jara aseveró: “Mi nivel más alto lo tuve en Patronato. En ese momento me llegaron a sondear de varios equipos importantes como: River, San Lorenzo, Central, Lanús y hasta el Sporting de Lisboa. Pero no se terminó dando ningún pase porque al club no lo convencieron las ofertas económicas”. En el “Patrón”, Jara jugó en dos etapas y en la última, en 2015, fue parte del plantel que ascendió a Primera división.
Luego de un paso por Atlético Venezuela, en la primera de aquel país, y otro por Instituto de Córdoba, Diego bajó al Federal A para jugar en Central Córdoba de Santiago del Estero, donde fue goleador y conquistó el ascenso a la Primera Nacional, y a la temporada siguiente, aunque sin el mismo protagonismo, obtuvo el boleto a la Superliga. Lamentablemente, al igual que Lautaro Robles, hoy en DEPRO, no fue tenido en cuenta por el “Sapito” Coleoni, el técnico, y se quedó sin revancha en Primera. “Me bajoneó mucho no poder continuar en Central Córdoba. Son cosas que pasan en el fútbol, aunque no llegue a entenderlo. Me pasó algo similar a lo de Patronato, donde no se me dio la chance de volver. Me quedó la espina de no haber podido jugar en Primera con esas dos camisetas”, lamentó. Y argumentó: “Creo que estoy vigente, está la prueba que en Primera división hay delanteros grandes como Licha López, Cvitanich, Sand, Santiago Silva y todos están rindiendo”.
Sin chances en Santiago del Estero emigró hacia Capital Federal, donde se incorporó a All Boys para jugar la Primera Nacional, aunque su estadía fue breve. “Se armó un lindo equipo para pelear arriba. Decidí rescindir para volverme a acompañar a mi viejo que estaba complicado de salud. Dejé de lado lo económico y prioricé la familia. Por eso también me vino bien lo de Gimnasia, para estar cerca”, contó.
Por último opinó de la realidad del fútbol de Concordia y dio su parecer sobre por qué no hay un equipo de la liga en un torneo superior: “Material hay y también un estadio muy hermoso como el de Libertad. Creo que hay que juntar gente y armar un proyecto que se respete, que los clubes se unan y cedan los jugadores. Los dirigentes le dan más prioridad al torneo local y no ven la chance de tener un equipo en el Federal A, algo que sería muy lindo para la ciudad”.