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Sin lugar a dudas, Martín Méndez se consolidó en un lugar preeminente de la maratón provincial y nacional.

Desde su Concordia natal, despegó de una manera inconmensurable hacía la élite que ofrece la disciplina de nuestro país e intervino tenazmente en el ámbito internacional. Con la pasión por la maratón como uno de los motores e impulsores de su vida diaria, caló una carrera honorifica dónde se colocó como uno de los fondistas argentinos más relevantes y le permiten anhelar con participar en un certamen de mayor trascendencia.

En diálogo con EL DIARIO, el concordiense – actualmente en Buenos Aires – habló de su cotidianidad en el marco de la pandemia, dio cuentas de las claves de su trayectoria y expresó los proyectos que avizoran sus ojos cuando enfoca hacia el horizonte.

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“En estas circunstancias, lo trato de llevar de la mejor manera admisible, más allá de las complicaciones que nos envuelven. La forma de entrenar ha cambiado y ahora estoy en Buenos Aires con pocas posibilidades de correr como lo hacía antes y es una de las facetas más complicadas que tengo. Pero, tampoco hay carreras, por lo tanto, solo trato de mantener el estado, pero no es tan sencillo”, dijo el entrerriano, en relación al proceso que afronta en el marco de la pandemia. Asimismo, señaló cómo trata de sustentarse en la forma corporal: “Hago circuitos de fuerza en la medida que puedo y troto en cinta, ya que es una de las variantes que no se pueden desestimar en este período”.

REPASO

Desde los ocho años, la disciplina es parte del día a día de Martín. Después de estar insertado hace más de veinticinco calendarios en el ámbito, es una herramienta indispensable para su existencia que respira y se nutre de las bases que ostenta este deporte. “Hablar de maratón, de correr o de estar en forma, representa mi forma de vivir, de estar bien conmigo y con los que me rodean. Soy profesor de Educación Física y aparte de entrenar, trabajo con mi cuerpo por lo que considero indudable la salud física y mental a través del movimiento. Son características que marcan mi rumbo y no las pongo en juego por absolutamente nada”, manifestó, y agregó. “Toda mi vida vinculada a este rubro y tengo lindos recuerdos que me otorgó el entorno y varias disciplinas, pero cuando tenía dieciséis primaveras, me dediqué a correr sin una guía que me encamine”. En este sentido, destacó una acción trascendental en el transcurso de su mocedad: “Salí por mi inquietud a conocer, a vivenciar, a recorrer largos caminos. Me he cruzado con varias personas de las cuales aprendí y seguidamente aplico sus vivencias, aparte del estudio que fundamenta. Hoy, estoy abocado a este sector, pero siempre quise que el deporte esté en mi vida y tome un rol importante en mi habitualidad. Me gusta darlo a conocer o transmitirlo porque me enorgullece que sea una pieza de mi rompecabezas”.



Mantenerse en el apogeo del atletismo no es una tarea asequible con comodidad o facilidad, y Méndez entiende muy bien acerca de esto. Los conocimientos que le entregó su ocupación como Profesor Nacional de Educación Física son de vital utilidad para su desempeño en las distintas competencias que permiten su protagonismo, pero asegura que no basta y necesita claramente de la intervención de otros intérpretes que aportan un papel significativo para su desarrollo eficaz. “La preparación física es variada con diferentes estímulos, diversas campeonatos, preparaciones en altitud y a nivel del mar. Pero para maratón se hace más duro por el kilometraje y el desgaste. Por esto, se debe trabajar en conjunto con un entrenador y con un cuerpo de profesionales”.

En este sentido, hizo alusión al acondicionamiento que implica competir en el alto rendimiento: “Siempre intento llevar el mismo proceso. Mentalmente trato de estar calmo, visualizo el objetivo que me admite posicionar la cabeza en ello y me mantengo con una mirada positiva que me lleva a llegar de una mejor manera para la carrera”. Por su parte, subrayó las materias primordiales que intermediaron como un trampolín para saltar a la cúspide en su trayecto: “Según mi punto de vista, una de las cuestiones que se necesitan tener para lograr grandes cosas, es el ímpetu. Además, es muy valioso si cuentas con el apoyo de la familia y de un entorno que colabore en todas las coyunturas que se presentan”.

Por otro lado, analizó su recorrido y mencionó las situaciones que son considerados de otra forma: “Me cuesta elegir, porque no tengo un momento en particular pero si algunos pensamientos que me trasladan a esas carreras que fomentaron mis ganas y me activaron para continuar hacia adelante. Continuamente, recuerdo una Maratón de Reyes en Concordia, que tuvo un sabor especial. También, cumplir con una maratón de 42 kilómetros fuera del país, cómo me pasó en Sevilla. Rememoro que pensé, ‘mirá hasta dónde me trajo el deporte’ y se me escapó una sonrisa en esa circunstancia y todavía lo sigo haciendo cada vez que aparece un recuerdo de este lindo desafío que me acordaré perpetuamente”.

HAMBRE DE GLORIA

En su historial exhibe un considerable número de conquistas en el plano provincial, nacional y vistió los colores representativos de Argentina en eventos continentales, dónde ha marcado grandes registros que lo catapultaron entre los mejores de la nación. Sin embargo, las ambiciones del concordiense no cesaron y luchará por uno de los objetivos que está escrito en la cumbre de su lista de deseos: “Sueño estar en los Juegos Olímpicos”. El régimen actual de la Federación Internacional exige marcas de 2:11:30h para que los atletas masculinos sean incluidos en el sistema de clasificación para quedarse entre los tres más distinguidos del país. “A Tokio lo veo lejano para establecer el registro que preciso y tendría que competir en una maratón para conseguirlo. En la próxima competición ecuménica, tal vez, y llegaré con más experiencia”.
Fuente: El Diario de Paraná