Por la jerarquÃa del rival, está claro que Unión jugó un buen primer tiempo y asà se lo hizo saber el público, que lo despidió con aplausos. El Tate mostró su identidad, concentrado y peleando cada pelota con rigor fÃsico, pero además muy ordenado en todos sus movimientos. Le jugó de igual a igual a River con lo que eso significa de hecho por momentos fue el que más propuso y luego River mejoró a partir del ingreso de Juan Fernando Quinteros por Lucas MartÃnez Quarta.
Ahà Unión comenzó a sufrir, ya que River monopolizó el balón y el partido se jugó en campo local. Lo tuvo el Millonario con Nicolás De La Cruz, pero su remate dentro del área, en posición inmejorable, se fue por encima del horizontal. Y antes, Quinteros remató desde media distancia el balón se desvió y cayó en el techo del arco. Pero el Tate también tuvo sus posibilidades, con un remate mordido de Ezequiel Bonifacio que encontró los guantes de Franco Armani.
Ya en el final, a los 43 minutos, Walter Bou le pegó desde lejos, Armani dio rebote y en la jugada siguiente Javier Cabrera disparó por encima del travesaño. Fue un primer tiempo intenso, de ida y vuelta, con un Unión que en los primeros 45 minutos estuvo a la altura de las circunstancias. Ordenado en defensa, disciplinado tácticamente y cumpliendo a rajatabla lo planeado por Leonardo Madelón.
Unión jugó un dignÃsimo partido pese al resultado final; de hecho el empate hubiese sido lo más justo, ya que generó chances como para llegar a la igualdad y lo terminó perdiendo por esas cuestiones del fútbol, además de la jerarquÃa que tiene River. La ovación de los hinchas en el final reflejan el conformismo con el que se fue la gente, que valoró el esfuerzo de este equipo que, tres dÃas antes, habÃa goleado a Atlético Mineiro por la Copa Sudamericana y que, sin tanto recambio, hizo un esfuerzo supremo ante el mejor equipo del Argentina.
En el comienzo del segundo tiempo sorprendió el Tate con un soberbio cabezazo de Walter Bou, a los 2 minutos que estableció el 1 a 0. Pero River reaccionó rápido y con una gran jugada llegó al empate a los 9 minutos con un esplendido cabezazo de Nacho Fernandez al ángulo.
Y a los 20' en un córner al primer palo, Robert Rojas se llevó la pelota por delante y con mucha fortuna metió el segundo. Unión lo fue a buscar y pudo empatarlo, pero el remate de Franco Troyansky pegó en el travesaño. Y luego un disparo de Milo pasó al lado del caño izquierdo de Franco Armani.
No ligó Unión y River tuvo de su lado la suerte para obtener el triunfo. No obstante, el Tate estuvo a la altura de las circunstancias y mostró una vez más su ADN inalterable, juegue quien juegue y ese es su valor.