Debido a esto, productores de la patagonia buscan conformar un convenio con citrícolas de Entre Ríos y Corrientes para hacer un intercambio de productos. Por su parte, Hernández viene propiciando que su entidad pueda participar directamente en la comercialización de peras y manzanas en los grandes centro urbanos. Lo ha hecho con algunos envíos hacia el Mercado Central y hasta en algunas ferias organizadas por la Ciudad de Buenos Aires. Pero también apunta a los planes sociales y escuelas.
En declaraciones a Bichos de Campo, Hernández expresó que la idea es “hacer un intercambio de productos: traer naranjas y bananas para acá y mandarles peras y manzanas”. Por lo que “vamos a empezar a trabajar así con la provincia de Río Negro, pero luego se va a intentar incorporar a todas las provincias”.
Por eso, los medios anticipan la llegada del “clearing frutícola” como un procedimiento por el cual una organización asumiría el papel de comprador y el vendedor para transacciones con el fin de conciliar las órdenes entre las partes.
Según los datos que brindó Bichos de Campo, en las provincias del Litoral existen unas 50 mil hectáreas implantadas con naranjas y mandarinas que tampoco encuentran fácilmente un mercado que absorba toda la oferta, ya que las exportaciones y el consumo interno de cítricos ha caído fuerte, por lo que no sería descabellado pensarlo.