Agrandar imagen Un nuevo golpe al bolsillo.
Un nuevo golpe al bolsillo.
Lo que se ha adelantado, a nivel nacional, es que desde el primer día de junio subirá el impuesto que grava al carbono y a los combustibles líquidos, que se incluye en el precio de las naftas y se ajusta por inflación. Según la variación de los precios minoristas, ese impuesto tendrá un aumento del 11,8%, que tendrá un impacto del 1% en los importes en los surtidores.

Además habrá una suba adicional por la inflación y la devaluación del dólar frente al peso de marzo y abril, que producirá una suba cercana al 3%, aunque según fuentes del sector, dependiendo de la aplicación del impuesto puede llegar al 3,5% o 4%.

Vale destacar que - en el interior del país - los reajustes suelen ser mayores por el costo de la logística, que implica el abastecimiento de las estaciones de servicio. En la última revisión de los impuestos a los combustibles, de marzo pasado, la secretaría de Energía desdobló el incremento impositivo en dos tandas, una parte en marzo y otra en abril.
A nivel local
En declaraciones al programa radial “Con Todo Al Aire” (FM 89.3 La Red Concordia), el empresario del sector, Armando Saliva, explicó que la información con la se cuenta menciona que “las variaciones en la parte impositiva”, terminarán por configurar un nuevo aumento en los combustibles.

“Alcanza a un 52%, la carga impositiva sobre los combustibles”, aclaró. Detallando que “de ese guarismo hay una parte que es IVA, pero también hay otra que representa un valor fijo, que se va modificando desde el equipo económico nacional, a medida de sus necesidades”.

En concreto, Saliva se animó a adelantar que el incremento podría rondar “entre un 2 y un 4%”. Por lo que – para tomar un precio de referencia – “la nafta súper la tenés a 46 pesos y podría irse a 48 o 49 pesos”.
Ventas
Por último, el empresario – dueño de estaciones de servicio sobre la ruta nacional 14 – hizo mención a cómo impactan los aumentos, en la demanda. “Se nota una baja, sobre todo en la Premium”; es decir en la de “mayor octanaje”.

Empezó "a caer desde hace 5 años, lo mismo que el diesel”; sin embargo Saliva no sólo lo relacionó al factor económico sino también a los cambios en los tipos de combustibles nuevos que han salido al mercado, vinculados a los nuevos vehículos que van migrando a un andar cada vez más “verde”.