En ese marco, Lapiduz plantea que, a esta altura de circulación ya debería “facilitarse el paso a los habitantes de ambos países, con solo confirmar el esquema completo de vacunación”, tal como sucede en el mencionado caso de “la por Paso de los Libres-Uruguayana, donde no se pide más la PCR desde fin de enero pasado y también se puede circular las 24 hs.”
Fue en ese marco donde el dirigente de los empresarios gastronómicos y hoteleros planteo si, en realidad, la exigencia de PCR y horario reducido de atención “¿no estarán siendo usados también para controlar parcialmente esta migración del volumen de ventas, que hoy es favorable al comercio argentino?”.
Allí trajo a colación que “durante años, los concordienses colmábamos las termas de Daimám, Arapei, Guaviyú, etc”, como así también a “los restaurantes, pizzerías y comercios de Salto”, como “en la época del uno a uno, cuando un dólar valía lo mismo que un peso argentino”. Por lo que “debería ser lógico que hoy, revertida esa situación, sean nuestros comercios los beneficiarios de la corriente".
Ante este escenario, Lapiduz afirmó que “es ridículo que siga habiendo horarios y restricciones en el paso de frontera”, ya que no solo hay argumentos comerciales, sino que siguen poniéndose barreas “al intercambio cultural y familia que nos sigue enlazando con nuestra ciudad vecina”.