Por lo pronto, reconoció que “las heladas nos han hecho mucho daño”, pero a pesar de estos inconvenientes hubo una producción excelente de fruta, “para lo cual ha sido fundamental la industria, para la absorción de la gran cantidad de producción que tenemos, especialmente en las naranjas, que es lo más demandado”.
Respecto al comercio, subrayó que “la exportación está muy restringida y hay venta en el mercado interno, pero los precios son muy bajos por la gran producción de este año”. Debido a esto, apuntó que en la actualidad “se está pagando unos 40.000 o 45.000 pesos los 300 kilos de fruta”, dinero con lo que “el productor tiene que costear toda la producción”.
A raíz de esto, consideró que “lo único que hoy nos está salvando es el alto rendimiento que estamos teniendo”, ya que “estamos muy retraídos con los precios en planta por la razón de que es una enorme oferta y una escasa demanda”.
Sin embargo, apuntó a la paradoja que “las frutas llegan en un precio importante al consumidor”, teniendo en cuenta que “los distintos eslabones -de la cadena productiva- son los que absorben la rentabilidad y al consumidor no le llega la fruta tan barata, así como al productor le pagan poco en planta”.
En base a esto, explicó que “aquel productor que puede cubrir todos los eslabones (cosecha, venta y distribución) está en una mejor situación que aquel que solamente vende en su quinta”, dado que “las mayores ganancias van desde la distribución hasta la verdulería”.