En declaraciones radiales, apuntó que “nuestra cuarentena es súper obligatoria porque nuestra actividad quedó congelada” desde el comienzo de la emergencia sanitaria con aislamiento preventivo. Subrayando que el pedido al IAFAS es “de un compromiso para cuando la situación se reactive”.
“No escapamos a la realidad de la enfermedad, que es un tremendo riesgo abrir las puertas, pero estamos entre la espada y la pared porque la parte económica se nos está complicando entre alquileres y empleados”, apuntó Izaguirre.
Comisión
El referente contó algunas particularidades del sector, poniendo el énfasis en que “nosotros no tenemos sueldos y trabajamos a comisión; con lo que vendemos a diario, sumando esa comisión y nada más”.A eso, se le suma “toda la carga impositiva porque esta es una actividad totalmente en blanco: si vendés 5 pesos, esos 5 pesos son en blanco”, agregó. Mencionando que “ahora, del 1 al 10 están llegando las facturas, sin nada de esas facilidades que se anunciaron, tal como llegaban antes”.
“Para nosotros, lidiar con esto es casi imposible: no somos grandes empresarios”, puntualizó Izaguirre.