Joaquín Amiano es el vecino de la escuela que se encontró que una de las ventanas de su comedor se encontraba rota con la pata de una silla escolar. “Fue arrojada desde una de las ventanas del primer piso de la escuela que da directo en mi patio. Por eso cuando veo este panorama lo que hago es irme a hablar con los directivos y me recibió el director de la escuela secundaria quien se mostró enojado por la continuidad de las quejas de los vecinos”, relató Amiano en diálogo con Diario Río Uruguay.
A ello le sumó que en la conversación mantenida el docente le explicó que era el tercer turno de exámenes en el turno de febrero y que el arreglo sería restablecido luego con dinero de la cooperadora escolar.
“Le pregunté qué sugerencia me daba para que esto no siga pasando porque es continuo. Ahora fue la pata de una silla pero antes también lanzan borradores, tizas, biromes y todo lo que encuentran”, dijo indignado el vecino de calle Presbítero del Castillo.
“Este sector también es una parada de colectivos y escucho a diario como los chicos salen por las ventanas a gritarle a la gente y arrojarles cosas”, indicó Amiano, para luego subrayar que encontró necesario realizar una exposición policial en la Jefatura de Policía durante la siesta.
“En una recorrida por las aulas encontramos justamente una silla a la que le faltaba un caño y a un grupo de chicos que terminaba de rendir en esa misma aula” graficó, para luego solicitar que exista “una medida para con los alumnos que semana tras semana siguen haciendo estas cosas”.