Carina explicó que, hace unos días, “veníamos trabajando en esto y quedamos en que lo seguiríamos trabajando el próximo lunes, pero nos encontramos con esta situación” y, desde su punto de vista, “no nos parece el modo, porque no hay manera de dialogar así”, por lo que insistirán en convocar nuevamente a los delegados.
“Nosotros formamos parte de una institución en donde hay normas que tenemos que cumplir; vamos a acompañarlos y somos referentes, pero tratamos de prepararlos para el mundo laboral o el mundo académico”, valoró Carina y recordó que “existen normas que vamos a ir dándoles año tras año” para alcanzar este objetivo.
Los pedidos
En un principio, los directivos “pedimos que vinieran con una chomba o una remera blanca, para identificarlos como estudiantes de la escuela”, detalló Carina, teniendo en cuenta que “ellos nos dijeron que lo único que los identificaba era la campera, por lo que era un modo de mantener la pertenencia” a la institución.Por otro lado, también plantearon “el tema del horario, porque ingresan a partir de las 7:45, a diferencia de otras escuelas que entran 7:20”. Es por eso que “les pedíamos que se respetara ese horario, porque entraban incluso más tarde todavía, por lo que reconocieron que teníamos razón ante este planteo”.
Asimismo, en palabras de la vicerrectora de la escuela, los alumnos “también planteaban que no les pongamos inasistencia los días de lluvia, pero hay que diferenciar un día de lluvia leve en el que pueden venir o incluso venir un módulo más tarde, porque sabemos que algunos viven lejos y usan el colectivo y los esperamos, pero ellos nos dijeron que no, porque si se mojan se enferman”.
Esta, consideró “es una tradición que viene desde la primaria, pero nosotros queremos hacerles entender que, cuando les toque trabajar, con lluvia o sin lluvia van a tener que ir igual”; a pesar de que “los días torrenciales nosotros entendemos y no les computamos la inasistencia”.
Entre otras cosas, los directivos también plantearon “el cuidado de los piercings, que, por una cuestión de seguridad de ellos, tratáramos de que no fueran visibles”.
Otra cuestión “fue el tema del mate en la escuela”, subrayó Carina, porque “en esta institución ya venían acostumbrados a eso, pero, por la pandemia, consideramos que no es conveniente”. Además, en la escuela “tenemos pocos ordenanzas para mantener la higiene del lugar, que funciona desde la mañana hasta la noche y no alcanza el personal para limpiar”, condición que cuenta con el agravante de que “a la yerba, a veces la dejan en el baño, se tapan las cañerías y no podemos andar buscando qué alumnos fueron”.
Respecto a los teléfonos celulares, Carina reconoció que “tuvimos diferentes situaciones el año pasado, por lo que decidimos implementar que los chicos dejen el celular en una caja a voluntad”, porque “han filmado a docentes y sabemos que el uso de la imagen, para ser publicada, es un delito penal”.
La escuela “Domingo Faustino Sarmiento” de Concordia cuenta con unos 500-550 estudiantes, aproximadamente, y la movilización de la mañana de este viernes “me llamó mucho la atención”, destacó Carina, dado que “tuvimos una charla con todos los delegados y hablamos sobre lo que ellos plantearon, para ver de qué manera responder y que sea favorable para ambas partes, pero aparecieron con esto”.