“La reconocida calidad del citrus dulce que el NEA destina a la exportación, no es fruto de la casualidad, sino de las millonarias inversiones de los productores y de la calidad del trabajo de cada uno de los eslabones de la cadena.
Se trata de un gran esfuerzo, que adquiere aún mayor significación si se tiene en cuenta que se lo lleva adelante a pesar de los años de decadencia que acumula el sector, provocados por erráticas políticas de Estado que no han sabido alentar ni acompañar la exportación de una economía regional formal que genera el ingreso de importantes divisas para el país y de la que dependen decenas de miles de puestos de trabajo genuinos”, remarcaron.
Indicaron que esas inversiones son las que “estaban permitiendo por fin transitar un buen año, en el que la naranja ha sido más demandada por escasez y reconocidas propiedades en favor de la salud. Y son esas mismas inversiones las que acaban de ser tiradas por la borda, ante la prohibición de ingreso a Europa por el resto de la temporada”.
En ese marco, la cámara considera que resulta de carácter urgente que “el Citrus dulce del NEA, destinado mayoritariamente a consumo fresco, que ahora sufre el cierre de mercado europeo por muchas intercepciones de una especie de cítrico totalmente diferente, reciba un tratamiento sectorial en materia fitosanitaria y de ingreso a los mercados, con protocolos propios”.
Sostuvieron que la pérdida de rentabilidad en las empresas del sector exportado se calcula cerca de los 20 millones de dólares, sumado esto a “los numerosos puestos de trabajo formales en cosechas y empaques que pasan a ser no requeridos, y el inevitable destino de gran parte de nuestra fruta al mercado interno, hacen que el impacto de esta situación sin precedentes sea de extrema gravedad”.
En tanto que solicitan que las autoridades “se comprometan a brindar al sector el acompañamiento del Estado que merece y necesita, a fin de recuperar rentabilidad y competitividad, mediante políticas fiscales concretas que le den impulso, posibilitando la eliminación de derechos de exportación al cítrico dulce; el aumento de los reintegros; la posibilidad de utilizar el saldo técnico de IVA para cancelar impuestos y obligaciones provenientes de la seguridad social; y el acondicionamiento de leyes laborales referidas al trabajo de temporada que permitan aliviar la excesiva carga proveniente de la registración formal y disminuir los niveles de altísima litigiosidad”.
Dicho comunicado finaliza subrayando que “urge que la provincia de Entre Ríos, que cuenta con productores especializados en exportación históricamente identificados con la actividad y dispuestos una y otra vez a invertir en medio de las adversidades, elabore -en diálogo fluido con CECNEA, quien aglutina la totalidad de los empaques de exportación ubicados en Entre Ríos- una verdadera “política exportadora”, acorde a los desafíos de estos tiempos, que respalde de manera efectiva a una economía regional que genera más de 10 mil empleos formales”.