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De acuerdo a lo publicado por el diario El Día de Gualeguaychú, el propietario de una chacra en la zona Rural de Villa Lila se encontró con restos óseos de animales que tendrían alrededor de 10.000 años de antigüedad.

A 4 kilómetros de la ruta 14 y a unos 25 de Gualeguaychú se encuentra la chacra de casi media hectárea, perteneciente a Ricardo Brellis, un trabajador rural que junto a su padre Pedro realizan hace 10 días la construcción de un nuevo pozo ciego, ya que el que tienen cumplió su ciclo.

Es algo común en el campo, que derivó en algo increíble. Los dos hombres se llevaron una gran sorpresa cuando se encontraron con huesos de gran tamaño a una profundidad cercana a los tres metros.

Retiraron lo que era parte de la mandíbula y otras piezas, que al sacarlas de la tierra se desarmaron. Es así que se contactaron con gente del Museo de Almeida que visitó el lugar y luego se contactó con especialistas que llegarían el martes al lugar para constatar el increíble hallazgo y determinar de qué se trata.

ElDía fue hasta la chacra de los Brelli y charló dentro del pozo con Pedro y Ricardo. En el fondo de la excavación y con los huesos en primer plano, Ricardo contó que tenía que hacer el pozo negro. "Arranqué con la excavación y cuando llegué a los 2,10 metros me encontré con una serie de huesos", reveló.

"En cada espacio libre le hacía un pique con una pala de punta para excavar y una ancha para sacar una tierra greda que es bastante brava. El primer metro no fue tan difícil, pero en el segundo se puso más duro”, detalló, y agregó que "después llegó mi viejo (Pedro) para darme una mano y cuando encontramos los restos empezamos a preguntarnos de que se trataba”.

Por su parte, Pedro aseguró que le pareció "raro encontrar huesos a dos metros de profundidad con una tierra natural que nunca había sido removida".

Describió que "primero encontramos una mandíbula que fue la que más me llamó la atención porque tenía parte de los dientes cruzados. Algo de huesos de animales de campo conozco y esto no es nada parecido. Esto es algo raro”, reiteró.

Ricardo llamó al museo, y le dijeron que podía ser un animal de la prehistoria. "Seguimos la excavación y encontramos un hueso más grande que dejamos en el suelo para que venga gente que sabe, investigue y saque sus propias conclusiones. Solo trabajamos con unas escofinas viejas raspando la tierra, descubrimos el hueso que parece ser una pata”, comentó.

Finalmente, ambos coincidieron en que “deben tener muchos años, porque se degradan los huesos”.
Fuente: El Día Gualeguaychú