Durante su labor, el camarógrafo tomó la iniciativa de filmar lo sucedido en la ciudad y, mientras tomaba imágenes de una patrulla militar fue asesinado por uno de los uniformados. Fue así que su muerte quedó registrada en su propia cámara.
Al conmemorarse esta fecha, un cronista de Diario Río Uruguay charló con el camarógrafo Fernando "Poke" Lezcano, quien señaló que si bien no es común -afortunadamente- perder la vida en la profesión, "no deja de ser un trabajo que tiene algunos riesgos", sobre todo en situaciones donde los ánimos pueden estar caldeados "y justo uno va con la cámara para tomar la imagen y te encontrás con alguien que lo toma mal, que no quiere que muestres eso”. Citando puntualmente, que en lo particular, “he recibido muchas amenazas en Tribunales”.
Situaciones similares tuvo que atravesar cuando debió cubrir “allanamientos o intervenciones de fuerzas de seguridad, donde con el equipo hemos tenido problemas, desde que nos corran a piedrazos o tener que andar metidos en un recoveco para poder cubrirnos de los tiros”.
Por este tipo de vivencias “yo digo que la cámara es mi hermano y si la tocan, me tocan a mí, por lo que siempre trato de defenderla”.
No obstante, destacó que la labor del camarógrafo “así como riesgoso, es también muy lindo” y “a pesar de que ocurrió algo trágico para que hoy se conmemore este día, creo que también hay que rescatar lo bueno de este trabajo”.
Sus inicios
Dicho esto, el entrevistado recordó que su pasión por las cámaras comenzó “cuando iba a la primaria y me fascinaba lo que era televisión, las cámaras y el detrás de escena de las películas”. Con esta afición en mente, encontró “un día un escrito en un diario que se necesitaba un notero para el programa de televisión que hacía Hugo Rojas", por lo que “agarré la bici de mi viejo y me fui hasta el estudio”. La respuesta fue que en realidad necesitaban “una notera, pero me dijeron que si quería quedarme a aprender cámaras, que lo hiciera”.Fue así que arrancó ese vínculo con el medio y "mientras pasaba el tiempo me fui actualizando", tanto en el oficio en sí como en la herramienta de trabajo, "imaginate que arranqué con una VHS 3000 en blanco y negro", mientras que hoy "estamos acá en Canal 9, con un aparato digitalizado, pero siempre trabajando de lo que nos gusta”.
Aun así, reconoció que “fue un camino muy largo y también complicado, porque durante mucho tiempo se eligió la profesión, aunque se trabajaba por poca plata en distintos eventos e incluso, o directamente algunos no pagaban”, dice con una sonrisa.