Y agregó: “Este incidente no repercute para nada. Justo ahí, donde fue el derrame que fue en Paysandú, hay un polo industrial donde tienen mayores desechos químicos. Acá nosotros no detectamos nada porque tenemos un río muy sano y no hay industrias. Aparte hoy en día como tenemos la altura del río - que está a 8 metros - el derrame de hidrocarburo va en superficie y nosotros tenemos la toma de agua en la profundidad del lecho del río; es decir tampoco sería un inconveniente. En el caso que surja algún derrame lo que se haría es frenar el bombeo de la planta hasta que pase el manchón y luego se continúa con el bombeo normal”.
Silva señaló que “se sigue trabajando como siempre porque el hecho fue aguas abajo. Tendríamos alguna alarma si es aguas arriba, es decir desde la parte de Brasil. Pero igual nosotros estamos en contacto permanente con Salto Grande, quien nos comunica lo que puede ocurrir de aquí a una semana. O si sucede algo en el momento, que nos pueda prevenir”.
El ingeniero insistió en la charla que, en caso de existir alguna anormalidad o contingencia “se detectaría enseguida”. “Dependiendo de la gravedad se puede hasta llegar a parar el bombeo. Que no ha ocurrido pero puede ocurrir. Y en el caso que suceda, aquí en nuestra planta se sigue bombeando con las reservas; porque nosotros tenemos dos tanques: uno de 10 mil metros cúbicos y el otro de 5 mil. Están para el caso que no se pueda tomar el agua del río, es decir que tenemos reservas de agua potable”, puntualizó Silva.
EL ALERTA
La preocupación (incluidos rumores infundados y rebote en las redes sociales) surgió tras el derrame de gasoil en la zona de descarga de la petrolera uruguaya, ANCAP en la ciudad de Paysandú; en la madrugada del 2 de octubre de 2015.
Esto obligó a que la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) emitiera un comunicado en las últimas horas en donde se destacaba que se está monitoreando la situación, en coordinación con las Prefecturas de ambas márgenes. El fin es realizar inspecciones visuales y en caso de detectarse manchas superficiales se extraerían las muestras para determinar el comportamiento del derrame a diferentes distancias del epicentro del mismo.
Según la entidad binacional, se espera un análisis integral de la situación para lo que también se solicitó información a Obras Sanitarias del Estado (OSE-ROU), a la Prefectura Nacional Naval (ROU) y a la Prefectura Naval Argentina.
La CARU destaca que toda la información que se reúna, permitirá determinar el alcance del derrame, como así también diagnosticar el estado actual del río Uruguay y establecer cómo se fue comportando el mismo espacial y temporalmente.