Desde el centro médico privado se había informado que la interrupción en la prestación del servicio se debía a una elevada deuda que la obra social mantenía con dicho sanatorio. Mientras que Trupiano negó rotundamente que haya un problema financiación, “la deuda es falsa, ya que si fuera un problema económico que tuviera el PAMI con el sanatorio, tendríamos este problema con el resto de los prestadores y eso no es así”.
Sin embargo, reconoció que hay un malestar entre la obra y el sanatorio mencionando porque actualmente “el PAMI tiene un sistema computarizado a nivel nacional, donde ellos firman un convenio y tiene que trasmitir la cantidad de prestación que le hacen a cada abuelo, donde, como, a quien, que medicamentos usan y eso va todo informatizado, pero aparentemente a algunos no les gusta que los controlen”, enfatizó el director de la UGL XXXIV PAMI.
Al tiempo que Trupiano adelantó a este medio que “se está evaluando con el equipo de legales -debido a las reiteradas denuncias y apercibimientos por los incumplimientos de este prestador con la obra social y con el afiliado- imponer sanciones que correspondan, tanto económicas como legales para el sanatorio”.