Dicho esto, repasaron que “los repelentes de insectos para uso en humanos se consiguen en el mercado en diversas presentaciones: sprays, lociones, cremas, geles y aerosoles. Pueden contener distintos principios activos, tales como el DEET, IR3535 e icaridina, y el grado de protección que ofrecen depende de su concentración. Por lo tanto, es fundamental seguir las instrucciones del rotulado establecido por el fabricante para saber cuándo y cómo reaplicarlo”.
Uso seguro
En base a esto, apuntaron algunas recomendaciones respecto al uso seguro del repelente y precisaron que, fundamentalmente, el producto debe colocarse:-En la piel e incluso por encima de la ropa, especialmente en horarios en los cuales los mosquitos están más activos (primeras horas de la mañana y atardecer).
-No debe colocarse en lastimaduras o sobre la piel irritada; tampoco cerca de los ojos, nariz y boca o en las manos, especialmente en niños.
-Se debe evitar la aplicación excesiva y reiterada y la piel tratada debe lavarse diariamente con agua y jabón.
También se recomienda volver a usar repelente luego de exponerse al agua o de un episodio de sudoración excesiva. En tanto, si además se quiere proteger la piel de la exposición solar, se debe colocar primero el protector o pantalla y esperar 30 minutos para aplicar el repelente, manteniéndose así la efectividad de ambos productos.