?La iniciativa, ?orientad?a? a personas que trabajan con ??carro?s? por la ciudad, busca revertir la situación de vulnerabilidad en que viven los recuperadores de residuos procurando ?la? mejora laboral, la inclusión educativa, el cuidado y la atención a la salud. De esta manera, se busca preservar y promover los derechos de los niños, reduciendo la tracción a sangre, y dignificando la vida de las personas.
Como requisito obligatorio, los beneficiarios deben ?entregar? su carro y caballo, que será sustituido por la nueva herramienta de trabajo? ?el motocarro. El mismo será ?otorgado? con casco y documentación reglamentaria, como la licencia de conducir y seguro, entre otros.
El programa ?también ?apunta a?l? desarrollo personal? de los beneficiarios?, ?a su ?formalización laboral y a la mejora de las herramientas de trabajo. Por eso, quienes voluntariamente participan del programa, deben cumplir con cuatro requisitos:
1- Alfabetización a través del programa “Yo Sí Puedo” y examen en Tránsito para otorgamiento de licencia de conducir.
2-Curso sobre mecánica de motos, para conocer nociones básicas, destinado a brindar a los beneficiarios las herramientas y conocimientos necesarios para afrontar los problemas mecánicos más habituales.
3- Curso sobre Ambiente, con el fin de identificar la problemática de la recuperación de residuos, al ser uno de los factores que permite la generación de mini basurales en diversas zonas de la ciudad. Se capacita sobre la erradicación de estos espacios y la correcta recolección y separación de los residuos útiles para la venta y posterior deposición de los materiales de descarte en los contenedores.
4- Régimen de formalización. Inscripción al Régimen Fiscal a partir de un monotributo social, promoviéndose su incorporación a la economía formal.
Desde la creación de la cartera de Medio Ambiente, iniciativa del actual presidente municipal, Gustavo Bordet, el área ha trabajado constantemente en programas que apuntan a optimizar la situación ambiental de la ciudad, contemplando y avanzando en la formalización de la situación social de quienes se ven involucrados en la recolección informal.
El anterior programa fue un rotundo éxito. Los beneficiarios aumentaron en un cien por cien sus recaudaciones, dignificando las tareas que realizarán.