La propuesta que ofrece el Museo de la Ciudad, se suma además al “Ciclo de Charlas 240 años Ciudad” que viene organizado el museo junto a la Municipalidad de Concepción del Uruguay.
Además, junto con la charla del arquitecto Canavessi, quedará inaugurada este mismo jueves, la muestra “Formadora de Maestras”, una exposición homenaje, con diseño curatorial del Lic. Pedro Fruniz, Coordinador del Museo, y docente a cargo del Archivo Histórico de la Escuela Normal. En la misma, se exhibirán documentos inéditos, libros, retratos y fotografías de diversas épocas, mobiliario escolar y elementos utilizados para la enseñanza. La sala contará, también, con la presencia de distintas voces, correspondientes a egresadas ilustres de la institución, que contarán su historia, interpretadas y grabadas por estudiantes actuales del establecimiento.
Sesquicentenario
La Escuela Normal de Concepción del Uruguay, hunde sus raíces en un acuerdo entre el Presidente Domingo Faustino Sarmiento y el Gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza celebrado en 1869.El General Urquiza encargó la construcción de un edificio apropiado, encomendándose la tarea al arquitecto Juan Fossati, el mismo que por esa época había proyectado y llevado adelante la construcción del Teatro 1° de Mayo. Para la obra, se ciñó al modelo por entonces en boga en los Estados Unidos. Sin embargo, el asesinato del prócer entrerriano, postergará los planes. Hacia 1872, el Jefe de Educación, Martín Ruiz Moreno, junto al Gobernador Leónidas Echagüe, serán quienes continúen las gestiones para la apertura, realizada finalmente en 1873, en el edificio proyectado, ubicado en la esquina de calles Supremo Entrerriano y Galarza, que hoy ocupa el joven Museo de la Ciudad. Con el tiempo el espacio quedará chico. La Escuela, en constante proyección, aumentará su matrícula, sumando una Escuela de Aplicación y el Jardín de Infantes. Para paliar la falta de espacio se alquilarán otros edificios como anexos, hasta que, en 1915, se culminará la construcción del nuevo y actual edificio.
Será la segunda Escuela Normal del país, y la primera de “mujeres”. Se convertirá en un semillero de vocaciones para la educación y la enseñanza, llegando a través de sus egresadas a todos los rincones de la República, e incluso a países limítrofes.