Las tablas comparativas publicadas por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) muestran el sostenimiento de una tasa alta de donantes entrerrianos que no baja de los 16.73 por millón de habitantes en los últimos diez años y que este año alcanzó los 23.30. Asimismo las cifras compartidas exponen un total de 48 donantes desde julio de 2018 a julio del 2019, manteniendo un promedio de cuatro a siete donantes en cada mes.
La visibilización de la temática a partir del caso de Justina Lo Cane, la nena de 12 años que falleció ante la imposibilidad de recibir un trasplante de corazón a tiempo, fue el puntapié para la sanción de la Ley 27.447 que lleva su nombre y plantea cambios sustanciales.
Los índices
Los números que reflejan las estadísticas actuales conllevan, detrás de sí, un operativo de alta complejidad que implica la participación de diversos actores sociales que trascienden el campo de la medicina. El Programa Federal de Procuración de Órganos y Tejidos, vigente en el país en el 2003, plantea la procuración como una tarea médico asistencial ubicada dentro de la organización intrahospitalaria, que se suma a las acciones propias de los establecimientos sanitarios.El índice provincial muestra un aumento en la tasa de donantes por millón de habitantes que pasa de 19.85 durante el 2018 a 23.30 en el primer semestre del 2019. Los efectos positivos de este liderazgo repercuten directamente en las posibilidades de acceso de acuerdo a la población de la provincia. En este sentido, en el caso de que no existan emergencias nacionales, uno de los criterios de prioridad para la accesibilidad a un proceso de trasplante, es por provincia donante.
Al observar la progresión del número de ablaciones anuales de órganos a nivel nacional (593 en 2017; 701 durante 2018; y 489 en el transcurso de 2019), se evidencia el impacto positivo que ha tenido la nueva reglamentación.