De esta manera, consultado por la situación que supone la pandemia en cuanto a los diferentes casos de suicidio, el psicólogo Sergio Brodsky, integrante de la red de voluntarios “Lazos en Red”, explicó que la cuarentena y el aislamiento social, obligatorio y preventivo, “en lo que tiene que ver con la psicología y el suicidio en sí, no presenta una situación de mayor incidencia que en lo habitual, o incluso resulta menor”.
Esto quiere decir que, en general, “no hay un incremento de tentativas o casos de suicidios mucho mayor que lo habitual” porque durante la cuarentena, las personas “que por lo general viven situaciones de angustia, de crisis, que viven algunas problemáticas emocionales, tienen mayores recursos adaptativos para transitar este momento de la situación”, argumentó el licenciado.
Por otro lado, Brodksy destacó que la pandemia y el encierro colectivo se presentan para los distintos casos “como un orden de la cohesión social, el pertenecer a un ‘nosotros’ en el cual se sienten contenidos, poder hacerlo entre todos, tomar esto como un desafío para luchar por la vida”. Entonces, desde este punto de vista colectivo, con “estas condiciones se logra que, paradójicamente, no haya un incremento de situaciones de suicidio”, mencionó.
Asimismo, el profesional comparó a grandes rasgos el panorama de la pandemia con el marco de los diferentes enfrentamientos bélicos, debido a que, según sus palabras, “se ha estudiado que durante períodos de guerra se disminuyen drásticamente los suicidios, para aumentar después, cuando la guerra termina”.
Sin embargo, Brodsky remarcó que “no hay que dejar de estar atentos, porque aún así, no dejar de ser un período de riesgo para las personas que están en situaciones de vulnerabilidad, porque son los que más necesitan sostén”.
El riesgo de salir adelante
Teniendo en cuenta la posibilidad de que el país supere la pandemia y salga del panorama que presenta la cuarentena, el profesional de la psicología ponderó que “esta es una situación inédita” por lo que “es necesario anticiparse y pensar, no hay un manual al respecto”.A modo de hipótesis, expresó que “uno puede plantearse como una probabilidad que lo que nosotros conocemos como factores de riesgo en caso de suicidios, depresiones y situaciones de ansiedad, angustia, puedan incrementarse en el tránsito, en el proceso de la cuarentena y en la salida de esta, porque esto también afecta a las condiciones sociales, de vida, económicas de las personas, el trabajo, de conexión con una actividad laboral que le permite a la persona vivir. El sentimiento de utilidad, de estar activo, la habilidad humana. Es toda una cuestión para ver, para anticipar en cuanto a políticas de salud mental, que creo se deben establecer dispositivos para poder atender toda esta situación”, concluyó.