Zanutini manifestó que “en las últimas cuatro semanas pasamos de 540, 640, a 850 y 960 casos diarios y al día de hoy tenemos más de 1.000 casos en la provincia”, de los que “22 aproximadamente son los pacientes que requieren algún servicio crítico, una unidad de terapia intensiva y, claramente, la provincia no tiene esa capacidad”.
En los últimos días, según sus palabras, “estamos asistiendo a la saturación de los servicios moderados y críticos”, dado que “muchos hospitales, clínicas y sanatorios han tenido que desplazar salas, han dejado de hacer cirugías programadas y, progresivamente y de una manera muy rápida, los pacientes con Covid han ocupado las camas”.
Por otro lado, consideró que “estamos trabajando al límite” en todas las regiones” y “ya nos ha pasado que en esta espera que se hace un poco prolongada no encontramos la respuesta inmediata y hay pacientes que ya han fallecido en Entre Ríos buscando un destino para una atención adecuada”.
Debido a esto, Zanutini valoró que “claramente, este es el peor momento desde que empezó la pandemia” y reconoció que “estamos entre el límite de una atención muy crítica del sistema y una saturación, un desborde, y cada vez más nos aproximamos a ese desborde”.
Por último, explicó que “estamos en pleno ascenso de la curva de casos” y con el comienzo del frío “es más difícil de corregir” la situación, a pesar de que “la vacuna es una gran luz que tenemos para poder resolver el problema de la pandemia.
No obstante, la otra esperanza es “la capacidad que tienen las sociedades de ser solidarias, pensar en el otro, de poder cuidarse y cuidar, pero una sociedad tan injusta como en la que vivimos, ya muchos perdieron la posibilidad de cuidarse a sí mismos, mucho menos pueden cuidar al otro, entonces hay que ir reconstruyendo la trama social que está muy resquebrajada en Argentina y que tiene impacto directo en la salud y enfermedad de nuestro pueblo”, determinó.