Uno de ellos, son los kinesiólogos, ya que tienen dificultades económicas que sufren por la falta de trabajo, teniendo en cuenta que la mayoría realizan su labor como monotributistas.
“Es una situación difícil que pasamos, porque es complicado y complejo lo que estamos viviendo”, más que nada para los que “somos dependientes del consultorio propio y no tenemos otro ingreso de lo que hacemos”, ya que “si no trabajamos no tenemos para vivir, entonces es una situación muy dura y amargante”, explicó el licenciado en Kinesiología (Matrícula Provincial 1080), Gerardo Monzalvo en declaraciones a Diario Río Uruguay.
Consultado sobre la posibilidad de abrir las puertas de su consultorio con los recaudados y medidas preventivas necesarias, el profesional dijo que “sobre este tema hay un debate hace muchos semanas entre muchos colegas”, teniendo en cuenta que “tenemos incertidumbre porque no obtenemos respuestas concretas de quienes nos deberían representar”, que es el Colegio de Kinesiólogos de Entre Ríos.
En un principio “nos dijeron que era responsabilidad de cada uno”, es decir “no nos prohibían trabajar”, después “nos informaron que no se podía, pero quedaba en responsabilidad de cada uno. Es por eso que se hacen debates entre los colegas, pero hay que ponerse en el lugar de cada uno y entender su situación”. Y lamentó que "no se está tomando la labor de nuestra profesión con la importancia que lo amerita porque hay patologías que no pueden esperar mucho tiempo sin atención".
A su vez remarcó que “en mi caso dependo solamente del consultorio y si no trabajo no genero”, además “debo pagar todos los impuestos porque eso no me perdonan”. Y agregó que “al no tener un ingreso fijo, se complica”.
Por último, Monzalvo subrayó que “yo opté a empezar a ir al consultorio con pacientes sin patología previa o que estén fuera del grupo de riesgo”, sumado a que “atiendo con todos los protocolos y medidas de seguridad necesarias ", como así también "con un paciente por turno”.