En este caso, el más afectado fue un Fiat Uno, que terminó completamente aplastado por el gran tronco del árbol. Por otro lado, las largas ramas alcanzaron también a un Volkswagen Gol Weekend que se encontraba estacionado unos metros más adelante.
A diferencia de lo que ocurrió en la zona de la costanera, en el complejo turístico Ñandubaysal, los grandes vientos fueron acompañados por una tormenta de granizo y fuertes lluvias, lo que provocó considerables daños en la infraestructura del lugar.
Al respecto, el ex titular de Defensa Civil y especialista climatológico, Daniel Hernández, explicó esto fue lo que “comúnmente se conoce como ‘cola de tornado’. Estos fenómenos son típicos del hemisferio norte y, desde hace unos 15 años, se comenzaron a replicar, por ahora en menor medida, en este lado del mundo”.