“Es muy fuerte. No pude terminar de ver el video. Pero es una muestra más de la falta de vínculo que hay entre las personas y la naturaleza. Nos hace olvidar de que son especies que tenemos que proteger y con las que tenemos que sobrevivir. Tenemos que tomar conciencia sobre esta falta de vínculo”, le aseguró Jaramillo a Infobae en diálogo telefónico.“Entiendo el miedo que te puede dar que aparezca un puma en una zona de tránsito de personas, pero hay muchas otras opciones antes de matarlo a palazos. Porque incluso, esto podía haber devenido en una tragedia aún mayor, el animal podía haber matado a una persona. Acciones como estas no sólo ponen en riesgo a los animales salvajes sino también a las personas”, añadió.
La quema de los humedales está causando desde hace días estragos en el ecosistema de las islas entrerrianas del Paraná. Diversas organizaciones socioambientales y hasta funcionarios públicos calificaron el hecho como un “ecocidio” y reclaman la implantación de una ley que castigue con severidad tales actos.
“En 2020 ya se quemaron 500km cuadrados de humedales, lo que equivale a la superficie de la ciudad de Rosario, multiplicada por tres”, afirmó un integrante de la organización Multisectorial Ley de Humedales Ya, Ivo Perugino, en declaraciones a la radio Cadena 3.
El especialista informó que el problema no sólo es el humo que llega a las ciudades, sino que se ven afectados ecosistemasque habitualmente retienen nutrientes contaminantes, almacenan carbono para desacelerar el cambio climático, retienen las crecidas del río y evitan inundaciones.