Agrandar imagen

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Cañete se manifestó “contento a pesar de todo” tras la inauguración de una nueva delegación de la obra social en barrio San Agustín de Paraná.

“A pesar de estar golpeados, seguimos trabajando y tratando de hacer lo mejor por los afiliados. Fue un año totalmente atípico, nadie esperaba un año de estas características donde tuvimos la repercusión del 2019 con la inflación y la devaluación, más lo que representó la devaluación del 2020 que golpeó muy fuerte, la pandemia, tener que trabajar con casi el 30% de los trabajadores y seguir atendiendo mientras otras reparticiones estaban en sus casas guardados, y todo eso trajo algunas demoras en los trámites y reclamos de los afiliados”, describió.

No obstante, destacó que “así y todo tratamos de cerrar el año de la mejor manera posible, dando cobertura muy por encima de lo que establece el PMO (Programa Médico Obligatorio), arriesgándonos a que el sistema de salud en cualquier momento va a flaquear, se usan muchos recursos en muy pocos afiliados lo que rompe el principio de la solidaridad”. “Así y todo seguimos trabajando y cumpliendo con cinco afiliados que demandan 2.593.000 dólares al año en medicamentos”, ejemplificó.

En ese marco, explicó que “la salud de hace 15 años atrás no tenía el ismo costo de hoy; hoy la salud se ha encarecido, porque aparecieron nuevas tecnologías; hay muchos casos de cáncer –aunque no está la estadística cerrada- lo que requiere una inversión muy importante en medicamentos oncológicos: son 1.706 afiliados que reciben una inversión del 26,23% del presupuesto, son 1.500 millones de pesos de enero a septiembre”.

Agregó que “en medio de la pandemia sigue habiendo un promedio de 1.700 a 1.800 internaciones por mes lo que es una facturación de entre 56 y 60 millones con la Asociación de Clínicas y Sanatorios (ACLER), una facturación de ocho millones de pesos con los sanatorios de Concordia, y se viene cumpliendo regularmente con todos esos compromisos”.

“La situación es que la salud se ha encarecido muchísimo, es mucha la demanda de nuestros afiliados y tratamos de cumplir con todos, y hay un principio: no hay todo para todos, con lo cual analizamos cómo le hacemos llegar lo que todos necesitan y no dejarlos sin cobertura, y ese es el reclamo que muchas tienen nuestros afiliados porque piensan que retaceamos prestaciones cuando en realidad lo que hacemos es buscar el equilibrio y ser equitativos para que todos tengan la prestación que necesitan”, definió.

Por otra parte, sobre la atención de los afiliados planteó que “la apertura de calle Gualeguaychú y tener una atención personalizada fue un acierto, pero no se puede analizar este año porque fue totalmente atípico”.

“En el principio de la pandemia hubo colas de afiliados sacando ordenes cuando lo podían hacer on line, y eso se modificó con el otorgamiento de la atención por turnos lo que genera el reclamo de que no se atiende el teléfono, pero la realidad es que la línea se satura porque somos 300.000 afiliados en toda la provincia y hay cinco líneas para atender. Los números indican que se atiende alrededor de 600 personas por día en calle Gualeguaychú, y una relación un poco inferior en calle Almafuerte y calle Laprida, e incluso antes de la pandemia la descentralización y la atención personalizada había agilizado mucho la presencia de afiliados en la delegación dándoles una respuesta inmediata”, describió.

En ese marco, remarcó que “el afiliado no viene a pagar una cuenta o un impuesto, viene por un problema de salud y lo mínimo que necesita es la buena atención y en eso la mayoría de los empleados tiene la predisposición”.

Sobre la situación de la obra social con los profesionales, mencionó que “el Círculo Odontológico de Paraná expresó su voluntad de no continuar su vínculo con la obra social y por eso se buscaron alternativas para darle atención a los afiliados y eso lo logramos con la Asociación Odontológica de Paraná”.

Sobre esto, advirtió que “el sistema en general está complicado porque se están utilizando muchos recursos para cosas que no han sido prevista con financiación: la obligación de cumplir con las leyes especiales, las nuevas tecnologías y los medicamentos de alto costo fueron todas imposiciones pero nadie dispuso cómo se van a financiar y por eso hoy hay conflicto”.

Explicitó que “antes la torta de la obra social se discutía con sanatorios, médicos, bioquímicos, anestesistas y medicamentos, y hoy han pasado a un cuarto, quinto lugar y están primero medicamentos de alto costo, discapacidad con todas las leyes especiales y después recién viene la Asociación de Clínicas y la Federación Médica. Y eso hace que lo profesionales sientan que no están cobrando los honorarios que creen que les corresponden porque la distribución de los recursos se ha desvirtuado”.

Por último, refirió a las perspectivas del año próximo y dijo que “se está trabajando para tratar de tener una realidad distinta a la de este año desde el punto de vista financiero”.

Adelantó que “hace unos días estuve hablando con ACLER, a principio de año estaremos muy cerca de cumplir con absolutamente todas las obligaciones de los sanatorios, quedando prácticamente al día y eso nos dará cierto oxígeno para transitar el año que viene. Además habría un compromiso, esperamos que se termine de definir positivamente por parte del gobernador de dar el 0,5%, lo está analizando para ver si puede mejorar la contribución patronal en ese porcentaje lo que nos traerá un poco de alivio en cuanto a los recursos y poder cumplir con todas las obligaciones”.

“Estamos tratando de que el año que viene sea un poco mejor que este, no solo en lo prestacional sino también en lo financiero. Tengo que limar muchas asperezas en algunos lugares, tengo una demora importante y pido disculpas a los afiliados en cuanto a medicamentos porque de seis empleados solo trabajan dos por la pandemia, pero de todos modos tenemos la perspectiva de que sea un año mucho mejor que este y esperamos que así se dé”, concluyó.