El dirigente advirtió que el galeno, ante la divulgación periodística de esta maniobra, dejó de atender, pero según alertó habría vuelto a las andanzas. “Es el mismo y volvió a atender”, precisó el jefe de la corporación. La modalidad que emplean estas personas, de permanecer poco tiempo fuera de su lugar de residencia y sin emitir recetas, hace que se torne dificultoso poder adoptar medidas de prevención. “No es ético lo que hacen”, fustigó Nery. “Al no estar matriculados en la provincia, no sabemos si tiene título. Es como que venga un carnicero de Buenos Aires, saca un aviso en el diario diciendo que tiene la matrícula, pero nadie lo controla”, sentenció.
El órgano de control facultado para arbitrar medidas es la Coordinación de Registro y Fiscalización de Profesionales de la Salud, dependiente de la Secretaría de Salud Pública.
El dirigente responsabilizó al Estado por la inacción ante una problemática que revela fallas en el sistema sanitario. “Si no está el poder de policía que lo tiene que hacer Salud Pública, encargada de clausurar a quien no está dentro de lo legal, seguimos dando vueltas siempre en lo mismo”, aclaró.
Otro caso en Concordia
En febrero de 2014 también se conoció un caso en Concordia, del mismo médico denunciado en Gualeguaychú. El galeno, a partir de emitir una receta, provocó serios daños de salud en una paciente. Desde la Femer se indicó que este tipo de profesionales también arriban desde Rosario y Corrientes para atender generalmente en localidades de la costa del Uruguay, como Concepción del Uruguay y en menor medida, en el norte entrerriano.
Hace dos meses “en Concordia tuvieron que internar a un paciente en terapia intermedia e hicimos la denuncia por un caso similar”, recordó Nery.
A su vez, en septiembre del año pasado, también un vecino de Concordia resultó intoxicado con medicación que le había provisto un médico golondrina para adelgazar. La Federación médica denunció el hecho ante la Secretaría de Salud pública de la provincia.
El paciente de Concordia presentaba una fibrilación auricular, y en el interrogatorio médico que le hizo el cardiólogo al que recurrió por su descompensación, dijo que estaba tomando un medicamento que le había dado un médico para adelgazar. Esta medicación estaba en frasquitos enumerados y con los horarios en que debía consumirla. El paciente mostró la receta y la deducción que hizo el cardiólogo es que contenía anfetamina y otros productos. Además, se lo había vendido en el mismo consultorio o casa donde atendía. Se trataba de un médico psiquiatra que concurría desde Buenos Aires y que no estaba rematriculado en la provincia.
Fuente: Diario UNO y el Día de Gualeguaychú