Juan Pablo I, de nombre Albino Luciani, fue Papa entre el 26 de agosto de 1978 y su inesperada muerte el 28 de septiembre de ese mismo año.
Su fallecimiento siempre estuvo rodeado de hipótesis diversas, hasta que recientemente documentos oficiales confirmaron su deceso a causa de un infarto.
Durante la homilía que pronunció este domingo, Francisco resaltó que el nuevo beato vivió "con la alegría del Evangelio, sin concesiones, amando hasta el extremo".
El milagro paranaense por el cual beatificaron al Papa Juan Pablo I
El milagro que abrió las puertas a la beatificación se trata de la curación de Candela Giarda, una niña paranaense de 11 años en Buenos Aires el 23 de julio de 2011, que padecía "encefalopatía inflamatoria aguda severa, enfermedad epiléptica refractaria maligna, shock séptico" y que para entonces estaba al final de su vida, precisó el Vaticano.El cuadro clínico de la niña era muy grave, caracterizado por numerosas crisis epilépticas diarias y un estado séptico causado por una bronconeumonía.
La iniciativa de invocar al Papa Luciani la había tomado el sacerdote Juan José Dabusti, párroco de la parroquia a la que pertenecía el hospital, del que era muy devoto.
"Al verla en ese estado, me animé a dirigirme a Juan Pablo I para pedirle la recuperación de su hija, y junto con ella y algunas enfermeras presentes, le recé", relató el sacerdote en Roma antes de la beatificación.