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Los estudiantes ganadores son Franco Di Leo, estudiante de Ingeniería Mecánica y el chajariense Calixto Agerrebere, estudiante de Ingeniería Industrial, ambos de la UTN. Y ganaron el premio IncuBAte, en Buenos Aires.

La competencia de emprendedores IncuBAte es un programa que estimula el fortalecimiento y consolidación de emprendimientos innovadores en la Ciudad, a través del acompañamiento personalizado y de la posibilidad de acceder a un Aporte No Reembolsable (ANR) y a un espacio de trabajo.

La iniciativa está dirigida a proyectos comerciales, productivos, sociales y tecnológicos de alto impacto con una antigüedad no mayor a 4 años.
“Hubo 437 emprendedores, de los cuales nos seleccionaron a nosotros en donde también hubo una pre-selección de varias instancias. Tenías que presentar el proyecto ante jueces y ellos te seleccionan. Fue un día bastante emocionante”, aseguraron los ganadores.

Chaak, como lo denominaron, fue creado hace un año, “cuando estábamos solucionando una problemática para la gente que se va de viaje porque nos pasó a nosotros; nos fuimos y no teníamos a nadie que nos regara las plantas. Dijimos: tenemos que solucionar este problema y de poco a poco fue surgiendo el emprendimiento”, comentó Agerrebere.

El desarrollo

Chaak es un sistema de cultivo inteligente que se encarga de cuidar las plantas a través de una aplicación intuitiva, en la que se pueden configurar todas las variables de un “indoor” y recibir notificaciones en tiempo real de todo lo que sucede en un microambiente.

El dispositivo cumple diversas funciones, como monitoreo de plantas para que puedan crecer correctamente, un sistema de riego, sensores que mejoran la calidad y el crecimiento, iluminación, ahorro de energía, e inclusive permite realizar un seguimiento desde el celular, con notificaciones y estadísticas del cultivo.

El proyecto comenzó a desarrollarse hace aproximadamente un año, en la casa de Di Leo: “empezamos a trabajar en mi cuarto con lo ácido y cortar placas. Mi habitación era un desastre. Entrabas y tenías que ir esquivando cosas. Había un recipiente con ácido férrico con placas adentro y una amoladora. Desarrollamos algunas versiones preliminares y las fuimos mejorando hasta que empezamos a venderlas”.

Cada uno de los alumnos aporta su conocimiento al emprendimiento y tienen diferentes tareas. Di Leo se encarga del desarrollo del hardware y software (desarrollo de la aplicación y diseño y producción de circuitos); y Aguerrebere es el responsable de las ventas, ensamblado y difusión del producto.

Actualmente, los estudiantes buscan desarrollar nuevos productos con inteligencia artificial y regulación del ph. “Estamos haciendo el balde 4×20 que es un balde de 80 litros que regula el ph de las plantas antes de que sean regadas. Para las plantas los nutrientes como el Npk y el Ph son importantísimos. Por eso, es recomendable regar con agua de lluvia”, sostuvieron.

Chaak cuenta con su propia oficina a una cuadra del Shopping Abasto y destacan que lograron su objetivo con esfuerzo y resignando noches de sueño. “Chaak es un producto artesanal a pesar de ser electrónico. La caja está hecha con una impresora 3D por un compañero de la UTN. Fuimos tercerizando cosas que antes hacíamos a mano, como las plaquetas. Ahora, a la oficina, llegan las placas por un lado y las cajas por el otro”, explicaron.

Los estudiantes de Ingeniería, sostuvieron que recibieron propuestas de varias empresas dedicadas a fabricación de jardines verticales, soluciones hidropónicas o cultivos urbanos para utilizar el producto.
Fuente: Chajarí al Día