Todos recordamos aquella inundación histórica que signó la gestión de Cresto. Podríamos decir -al mejor estilo de metáforas climáticas del gobierno que se fue- que esa inundación real fue premonitoria del tiempo económico que a nivel nacional se avecinaba.
Similar a aquella asunción, Cresto recibirá la visita del Presidente de la Nación en las próximas semanas, aunque con claras diferencias. El contexto hoy es distinto. La visita es planificada y Concordia será Capital Alternativa de la Argentina, un proyecto de descentralización y federalización. Tras asumir Fernández, sus equipos comenzaron a trabajar en forma inmediata, y el intendente de Concordia mantuvo un encuentro con el Ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, hombre que ya visitó la ciudad en tiempos de campaña.
El contexto es distinto. Tras cuatro años de políticas económicas que contrajeron el mercado, que generaron recesión, inflación, detracción del salario y pobreza; la situación de emergencia a atender es mayor y requiere de una inmediata intervención política (parafraseando la etimología latina y la griega, de todos)
El contexto es -reitero- distinto. Tras cuatro años de "aguantar los trapos", de extremar las acciones para atender las urgencias al tiempo de -a pura tozudez- cimentar las bases para una ciudad resiliente; de ampliar las bases de participación y de proyectar acciones a largo plazo (Planta de Agua, Código de Ordenamiento Urbano, Consejo de la Producción, etc), la transformación de la matriz económica de Concordia ahora parece estar más cerca. Aunque el contexto actual no fuese el más alentador, aunque los indicadores no lo sean. Pero la esperanza radica en el camino recorrido en estos cuatro años.
Se viene una etapa muy compleja a la vez que entusiasmadora. Se viene una etapa en la que hay que "descolgarse del arco", dejar atrás el 5-4-1,
e ir a ganar el partido. Seguramente Enrique Cresto mantendrá una defensa sólida, seguramente juegue con 4 en el fondo. Pero es el tiempo definitorio en el que cada uno, adentro de la cancha o desde la tribuna, debemos más que antes ponernos una sola camiseta. Que tenga verde, rojo, azul y amarillo. Como los colores de nuestra bandera concordiense.
Es la posibilidad de lograr de la transformación de la matriz económica de Concordia para siempre, comenzando con las urgencias más urgentes, la del hambre, continuando con la sedimentación de los proyectos estratégicos que en su primer mandato se asentaron, con visión estratégica.
* escritor, periodista