Llevaban a una niña, de 10 años, para que se le realizara la extracción de un anillo. El elemento había quedado atorado en el dedo mayor de su mano derecha. Afortunadamente, y con la pericia del caso, pudieron realizarle la extracción sin lesionarla.
Llevaban a una niña, de 10 años, para que se le realizara la extracción de un anillo. El elemento había quedado atorado en el dedo mayor de su mano derecha. Afortunadamente, y con la pericia del caso, pudieron realizarle la extracción sin lesionarla.