Según detallaron a Diario Río Uruguay fuentes del palacio de justicia por estas semanas se aguarda la designación de un perito contable para que lleve adelante el análisis de la documentación obtenida, tras la dificultosa obtención de respuestas ante una serie de oficios enviados. Se busca analizar las rendiciones de cuentas, informes bancarios y obtener respuestas de la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas, al igual que de la Dirección de Trabajo.
Buena parte de los oficios enviados a las distintas reparticiones del Estado provincial no fueron contestados o tardaron meses en hacerlo. A ello se suma la demora de la llegada de los informes pedido a los bancos, que deben ser autorizados desde sus oficinas centrales.
Una investigación publicada por el diario NOTICIAS en noviembre de 2013 reveló que el presidente de la Codesal, Luis Mazurier, tomó para sí la explotación del estatal hotel Ayuí a través de una empresa unipersonal que tiene domicilio en el medio del campo encabezada por un joven de 29 años, empleado de la Codesal y con supuestos vínculos familiares con Mazurier, en lugar de llamar a licitación para concesionarla o ejecutarla a través de la Codesal directamente, como lo hace con las Termas del Ayuí, ubicadas al lado del hotel.
El informe hizo público que una pericia llevada a cabo por un interventor designado por la Justicia encontró que la facturación por la venta de servicios hoteleros del hotel Ayuí en lugar de ser efectuada por la empresa que tomó la concesión en 2002, Balace SRL, la realizaba Alberto Jesús Villanueva, un joven de 29 años, que según aseguraron fuentes fidedignas a diario NOTICIAS funge como capataz de la Codesal. Incluso afirman que tendría lazos familiares con el presidente de esa Corporación estatal. De corroborarse en sede judicial que el presidente de la Codesal usó a Villanueva para fraguar negocios particulares con bienes del Estado se estaría ante la figura penal de “negocios incompatibles con la función pública”.