Juan José Aguirre se sentó en el banquillo como acusado e hizo uso de su derecho a declarar en la primera audiencia del juicio, donde se determinará que responsabilidad le cabe por haber provocado la muerte de Iara Ragone, cuando conducía su Chevrolet Meriva por avenida Moseñor Rösch en la noche del 1 de octubre del 2012.

“Ese día comenzó con la ingesta de alcohol que se me acusa”, arrancó diciendo Aguirre, argumentando que había tomado “en un asado del que había participado desde horas del mediodía hasta las 19hs., que me retire del evento y me fui a descansar a mi domicilio”. Siempre de acuerdo a su versión, “a las 20,00 hs., por la separación con mi mujer tenia una audiencia en el estudio del Dr. (Daniel) Cedro (uno de sus defensores en el juicio) y no sé el tiempo que habré estado”. Según sus cálculos, habría “llegado las 21.30 y a las 22.00hs salí rumbo al puente (de Salto Grande) porque tenia guardia esa noche”.

 

Momento del accidente y olvido

 

Al contar lo que sucedió específicamente al momento del choque, el imputado dice que circulaba a una velocidad moderada, porque “la ruta nueva no permite acelerar mucho, sobre todo de ida (hacía la zona del lago), por los zig-zag que tiene”. A diferencia de la circulación norte a sur, donde si “se puede acelerar un poco más porque es recto”.

Siempre de acuerdo a su versión, solo recordaba lo que ocurrió “hasta llegar a la altura del Valle del Ayuí”, donde iba “atendiendo las indicaciones, debido a la hora que era y porque siempre puede pasar una persona o una criatura”.

Fue allí, en el mismo lugar del impacto, donde “un vehículo de gran porte (al que no identificó) me encandila y automáticamente siento el estallido en el vidrio, lo cual no me dejo ver nada”. Vale remarcar que el estallido del vidrio lo provoca el cuerpo de la adolescente Iara, que destrozó la parte delantera del vehículo.

Por último, Aguirre dijo que solo atinó “a mantener la dirección del volante, para que no se me vaya para el  costado”, aludiendo a que en una oportunidad “fui testigo de un accidente de características similares en al ruta 6 provincia de Buenos Aires, donde hubo un asalto”.

Ante la consulta de la jueza Carolina López Bernis sobre si “¿era todo lo que tenía para decir?”, el imputado respondió con un “si”.

 

Preguntas de la defensa y la fiscalía

 

Luego de hacer uso de la palabra, el imputado fue interrogado por uno de sus abogados defensores, el Dr. Juan José Buktenica, que le preguntó donde había detenido el vehículo luego del choque, a lo que Aguirre respondió que detuvo la Chevrolet Meriva “después que tuve seguridad que no fue un objeto que me habían tirado”.

Ante la insistencia del letrado por más precisiones, el imputado dijo que circuló “un lapso prudencial, para no dar un volantazo y mirar que no venga otro vehículo que me lleve puesto. Luego estacioné sobre la derecha y después hice marcha atrás”, reconoció.

Seguidamente, llegaron las preguntas de la fiscal Julia Rivoira, que lo consultó si se había comunicado telefónicamente con alguien después de chocar a la adolescente, a lo que Aguirre respondió afirmativamente, especificando que se trataba de “una persona allegada a mi”.

La fiscal inquirió si ante semejante situación intentó llamar a la policía o una ambulancia para la víctima, señalando el acusado que “la persona que llamé es policía. Era lo más a mano que tenía, porque el 101 no me contestaba”. Y que posteriormente a eso, “ no recuerdo prácticamente nada”.

El juicio ingresó en un cuarto intermedio, y continuará este lunes con más testimonios de testigos y peritos.