Para el letrado Peñalver, “había una animosidad en cuanto a las fotografías que agregó, diciendo que la cartelería no era visible”, observando que la mismas “fueron sacadas paralelas al cordón y esa no es la visibilidad que tiene el conductor, porque conduce al lado de la izquierda de la calzada desde donde, sin dudas, tiene más ángulo”, describió.
En este sentido, el querellante subrayó que “eso y otros elementos, me llevaron a los fundamentos suficientes para correrle vista al fiscal para que lo investigue, porque estoy de acuerdo en que Aguirre pueda hacer todos los artilugios para zafar de una hipotética condena y está en su derecho, pero un profesional inmiscuirse en esta causa dando datos erráticos, me pareció que ameritaba pedir el falso testimonio”.
Sobre esta actitud del ingeniero Miguel Pérez, Peñalver remarcó que “su obligación como profesional para traerle lucidez al expediente tendría que haber sido mayor, es un técnico y tendría que haber sido más preciso para justificar su informe. Pero lógicamente, él no es un tercero imparcial porque lo ofreció la otra parte”.
Por último, el abogado de la familia de Iara Ragone aseguró que “de este proceso. lo que más me llevó es indignación", al igual que "para todos los que estaban en la sala”.
El juicio se retoma el jueves 28 de agosto, a partir de las 8.30 horas donde fue dictado a declarar el médico psiquiatra Julio Curotto, que en su oportunidad atendió a Iara Ragone por problemas personales. Cabe remarcar que el profesional fue citado por ambas partes (querella y defensa del imputado) para que describa las condiciones en la que se encontraba la adolescente en el momento del hecho. Luego se pasará a la lectura de los alegatos.