De esta manera, se pudo controlar selectivamente 672 vehículos e identificando 1.547 personas, dispositivo que permitió realizar 10 procedimientos de distintas características, ya sea de ribetes penales y/o contravencionales.
Dicho operativo significó el secuestro de 10 vacunos, de los cuales 5 terneros, fueron incautados a un peón rural que fue sorprendido en tránsito cuando los llevaba para su venta, pero sin el debido conocimiento del propietario del ganado, lo originó el inicio de actuaciones prevencionales. Los restantes bovinos fueron recuperados tras la intervención brigadista luego que fueron denunciados como faltantes en la zona de Redomón, donde también quedó bajo involucrado el "cuidador" de los animales.
Además, se detectó el traslado ilegal de media tonelada de lana, al no contarse con la guía de traslado correspondiente, lo que derivó en no poder comprobarse su procedencia, labrándose actas por transgresiones a resoluciones de Senasa.
Indicado como lo más trascendente para la Brigada de Abigeato, fueron las inspecciones a los negocios que expenden al público cortes cárnicos, como en su transitabilidad comercial, facilitando detectar una importante cantidad de irregularidades. En este marco, se decomisaron cerca de dos toneladas (1.813 kgs de cortes cárnicos por infracción a la Ley 7292 -828 kgs carne aviar, 660 kgs vacuna, 310 kgs pescado, y 15 kgs embutidos-).
Las actas fueron labradas a partir de que quienes transportaban estos alimentos no pudieron comprobar su verdadero origen, por lo que son considerados clandestinos. Además de no respetar las condiciones sanitarias y encontrarse en mal estado. En ambos casos lo productos no son aptos para consumo humano siendo un riesgo perjudicial para la salud ciudadana.