
En ese marco, se dio la voz de alto a una pick up carrozada -puntualmente una camioneta Toyota SW4- que al solicitar la documentación requerida para circular, los funcionarios policiales advirtieron un estado atípico de nerviosismo en el conductor, por lo que procedieron a solicitar que de forma voluntaria exhibiera lo transportado.
Al verse expuesto, el chofer no tuvo más opción que dejar a la vista que trasladaba un vacuno faenado, el cual presentaba restos de pasto y tierra, constatando –además- que provenía de una faena clandestina y antirreglamentaria.
Ante éste caso se dio intervención a la Brigada Abigeato Concordia, que realizó un relevamiento policial e investigativo de productores rurales, para establecer si, se estaría tratando de un hecho delictivo producto de un abigeato o una venta clandestina y antirreglamentaria.
Seguidamente se dio intervención también a un profesional veterinario, quien en la evaluación técnica de los cortes, determinó que no eran aptas para el consumo humano, por desconocerse la procedencia del animal y no encontrarse en las condiciones organolépticas normales.