Por causas que se tratan de establecer, el conductor perdió el control del vehículo, despistó hacia la banquina opuesta y terminó chocando violentamente contra una columna de alumbrado público.
Tras el impacto, el conductor debió ser trasladado en ambulancia al hospital Santa Rosa de Chajarí, en estado reservado. En ese centro de salud, los médicos resolvieron que debía ser derivado a un centro de mayor complejidad y sus familiares los trasladaron al sanatorio Garat de Concordia.
En ese marco, Matías Flore permanece hospitalizado, en coma inducido y tal transmitió su papá Rafael Flore, presentó una leve evolución favorable, pero aún hay que esperar cómo responde en las próximas horas.
Su padre contó que el pasado lunes “le hicieron varias tomografías necesarias porque tiene un pulmón afectado, en otro tiene líquido, golpe en el abdomen y quebradura en una vértebra espinal”.
“Sigue en coma inducido. Intentan despertarlo. El golpe de la cabeza tiende a desinflamarse. Cuando lo llevaron a hacer la tomografía abrió los ojos”, dijo sobre lo que serían datos esperanzadores en la evolución del estado de su hijo, pero remarcó a Radio Chajarí que “constantemente nos dicen que esto es minuto a minuto”.
“El sangrado sigue. Levantó un poco de fiebre ayer (lunes)”, señaló el entrevistado y agregó que los médicos “nos dijeron que le hablemos y nos dábamos cuenta que estaba escuchando”.
Matías requirió transfusión de sangre y el pedido de dadores fue rápidamente subsanado. Su padre manifestó el agradecimiento a todos los que de una u otra manera colaboraron con la familia para que el joven pueda ser asistido en el sanatorio de Concordia.
Sobre lo que pudo haber sucedido el día del siniestro, el Flores indicó que “seguro venía fuerte. Eso es indudable. Creemos que no tenía cinturón colocado. No sé cómo salió. Al teléfono lo encontré al lado de la puerta del auto. Eso implica que no lo traía en la mano, porque hubiese volado”, destacando que ahora lo relevante está focalizado en el estado de salud de su hijo.
