Aprovechando la figura de juicio abreviado, Flores, Saux y Grecco reconocieron su culpabilidad y acordaron que se les imponga una condena. Flores, de 69 años, recibió una pena de tres años de prisión de cumplimiento condicional e inhabilitación absoluta por seis años, más las costas del juicio.
El hombre, que es martillero público, reconoció que cometió delito y que bajo su órbita se perjudicó al Estado. Lo único que pidió en la audiencia fue que se le destrabe el embargo que tenía sobre su camioneta.
A su vez, Saux de 52 años y Grecco de 51 aceptaron la pena de tres años de prisión, más las costas del juicio. Asimismo, atento a que ambos registran una condena anterior, se acordó que se unifiquen las penas; en el caso de Grecco en cuatro años y seis meses de prisión y para Saux en seis años de cárcel.
Según consigna el diario Uno, la Justicia logró desarticular un método bien aceitado con Sellos falsos de escribanos para certificar firmas, documentos de identidad apócrifos y las oficinas del propio Estado para que nadie sospeche. Toda una estructura al servicio del delito.
Según quedó probado, los delincuentes establecieron situaciones jurídicas de titularidad de dominio de vehículos falsas, realizando para ello maniobras tales como cambios de radicación –inexistentes– y domicilios ante la Seccional San José de Feliciano del Registro de la Propiedad Automotor, el que estaba a cargo de Jorge Horacio Flores, asentando las modificaciones en los legajos auténticos de los vehículos basándose en documentaciones y datos falsos.
Así lograban otorgar una aparente legalidad a vehículos que habían sido obtenidos mediante la comisión de otros delitos –robo agravado, privación de libertad agravada, utilización y abuso de armas. Además adulteraban los motores y chasis para adaptarlos a las constancias registrales.
Según se logró probar en la investigación, las maniobras delictivas comenzaron a finales de los 90 y se extendieron hasta 2002.