El propietario declaró que se encontraba durmiendo cuando lo despertó una explosión y al mirar vio que salía humo de su auto, por lo que comenzó a apagarlo con baldes de agua, dañando mangueras y cableados del mismo.
El fuego afectó parte del motor y al realizar las pericias correspondientes se encontró que debajo del automóvil -precisamente a la altura del motor- se observa restos de un recipiente, posiblemente utilizado como mechero y contenedor de combustible.
Se dio conocimiento de lo sucedió a la Unidad Fiscal y se trabaja para dar con el paradero de los autores del hecho.