Tras el crimen, el asesino sustrajo una importante cantidad de dinero de una especie de ropero, que ascendería a 100 mil pesos en moneda nacional y 40 mil dólares en billetes de la moneda norteamericana, para luego fugar en una camioneta propiedad del occiso que abandonó a pocas cuadras de la terminal de ómnibus de Concordia.
A pocas horas de iniciada la investigación todas las pruebas apuntaban a Roberto Marsiscano, amigo personal de la víctima, quien primeramente negó la autoría del hecho hasta que terminó reconociéndolo, pero argumentando que el disparo fue accidental y que -asustado por lo ocurrido- procedió posteriormente de la manera que lo hizo.
La investigación fiscal estará representada por del Dr. Anibal Lafourcade, mientras que la función del abogado querellante estará a cargo del abogado paranaense Marcos Rodríguez Allende. Por parte del imputado Marsicano, la defensa técnica está confiada en esta última etapa al Dr. Edelmiro Díaz Vélez.