El ministro de Seguridad y Justicia, Néstor Roncaglia, dijo que el valor de la droga incautada se estima en 110.000 dólares, lo que se traduce en más de 30 millones de dosis con un valor en la calle que oscila entre los 5.000 y 15.000 pesos. Enfatizó que el decomiso "es parte de grandes cargamentos. Justamente tiene una marquilla que lo caracteriza". La investigación sugiere que la droga provenía de Bolivia y Paraguay, y se cree que la organización criminal tenía conexiones internacionales. Roncaglia resaltó la posición estratégica de la provincia en la lucha contra el narcotráfico: "Entre Ríos tiene la ubicación ideal para el narcotráfico. Por eso esta actividad intensa que se hace, y de investigación, porque incorporamos más personal y tecnología para la investigación. Estamos rodeados de dos ríos, estamos rodeados de la hidrovía con sus 3.400 kilometros que conecta dos países productores de drogas, tanto Paraguay como Bolivia".
También manifestó su preocupación por la posible llegada de fentanilo a la provincia, confirmando que se han detectado pequeñas cantidades de esta droga y que se está trabajando para evitar su propagación.
La droga incautada será depositada en un búnker a disposición de la justicia, mientras que el dinero será depositado en una cuenta judicial. El gobernador y el ministro coincidieron en que la lucha contra el narcotráfico es una prioridad y que no bajarán los brazos ante este flagelo.
Luego de meses de investigación por parte de la Dirección de Drogas Peligrosas de la Policía de Entre Ríos, en conjunto con la Justicia Federal, se pudo identificar y desarticular una compleja red criminal que operaba en diversas localidades de Entre Ríos, con ramificaciones en países vecinos. El operativo, que involucró a numerosos efectivos policiales, se inició con la interceptación de un vehículo que transportaba una importante cantidad de cocaína en un camino vecinal cercano a la Ruta Provincial N° 26. A partir de este hallazgo, se realizaron allanamientos simultáneos en Paraná, Concordia, Victoria y en unidades penales, lo que permitió desarticular completamente la organización criminal.