
Allí, personal policial procedió a detener a un joven de 28 años, quién arrojó piedras contra un patrullero rompiendo el espejo retrovisor derecho, la óptica trasera derecha y amenazando a los uniformados. Luego, se dio a la fuga, ingresando a un terreno vecino dónde inmediatamente se le dio alcance, mientras que vecinos y familiares intentaron impedir que se lo demore.

Comunicado todo el incidente, desde fiscalía se dispuso la formal aprehensión del violento por el delito de "daños en bienes del estado, amenazas y resistencia a la autoridad en flagrancia".