Luego se retiró y de acuerdo a registros fílmicos se lo pudo ver caminando por las calles de la ciudad termal, pero llegó un punto donde no se obtuvo más registro de él. Tras las horas de ausencia, se formuló la denuncia de su desaparición y los efectivos de la fuerza comenzaron una investigación para dar con su paradero.
Conforme fueron pasando los días y al no obtener avances sobre el paradero Irrazabal, las autoridades policiales ordenaron un rastrillaje tanto por tierra a través de los campos de la zona, como por agua.
Cabe destacar que otro de los elementos que complicaba su rastreo es que “El Chano” no usaba celular, por lo que tampoco se podía usar este elemento para su localización específica o aproximada.
Finalmente, en la jornada del pasado viernes, se confirmó a Diario Río Uruguay que su cuerpo fue encontrado sin vida en un campo de la zona. Continúa la investigación del caso.